domingo, 12 de julio de 2009

El Encanto De Los Juegos Populares

Jhon Peralta divirtiéndose estas vacaciones con sus amigos

A
l pasar por un parque, una escuela, y al escuchan risas, gritos, se pueden sentir reflejadas emociones de niños que al hacer volar una cometa, saltar una cuerda, o jugar a las escondidas disfrutan uno de los muchos juegos populares heredados de generación en generación y que poco a poco se están perdiendo.
Durante todo el año pero más en época de vacaciones, se pueden ver niños y niñas convirtiendo objetos tan simples como un elástico, un “ula ula”, un pedazo de tiza o carbón para dibujar en el piso un avión; o también fabricando cometas, un coche de madera con un par de rulimanes y suficientes tablas; aprovechando así el tiempo pasando momentos inolvidables con amigos y familiares. Juegos como estos han sido una distracción para grandes y pequeños por largo tiempo y aunque varios de ellos ya no se practican y otros están esfumando debido a los adelantos tecnológicos de la actualidad, (como los videojuegos, internet, tv) que a más de incentivar la violencia y el sedentarismo, interfieren en el perfeccionamiento de las relaciones interpersonales


El desarrollo de este tipo de actividades representa un momento de sana diversión a más de estimular la imaginación, la creatividad y la magia de dar vida a los deseos de construir su propio juguete, de delirar en un columpio y tantos y tantas posibilidades para despertar aptitudes, desarrollar destrezas o simplemente para reír, competir y disfrutar como niño.

¿Quién al ver estos juegos en las calles no siente la nostalgia de la anhelada niñez?, transportándonos en nuestras memorias a esa época de nuestras vidas cuando siendo niños compartíamos con primos, vecinos, compañeros de escuela; emociones e intercambiábamos experiencias incluso quedándonos entretenidos asta altas horas del atardecer teniendo que recibir regaños de nuestros padres.
Entre estos tenemos el Juego del Trompo que consistía en, enrollar una piola alrededor del trompo, luego lanzarlo, haciendo que este de vueltas sobre sí mismo, el que permaneciera más tiempo así sería el vencedor.
El Juego del “Pepo Trulo” o las canicas, conocido mundialmente con variantes, participan dos o más personas, la esencia del juego es lanzar una o varias canicas de un “tingue tazo” para intentar aproximarse hasta tocar la canica del contrario, y luego pasar un obstáculo o aproximarse a un lugar estipulado. Cuando se gana una mano se suelen tomar las canicas del otro jugador o de los jugadores contrarios.
Como no mencionar la famosa cometa que niños materiales muy fáciles de conseguir como carrizos, papel, goma y un ovillo de hilo, para así hacer volar no solo su nuevo juguete sino también su imaginación y creatividad.

Para indicar otros como el balero con el cual se hace notoria la destreza, el yoyo con el que se crean miles de malabares, el juego de los países, y el tan recordado Lobito con su canción (juguemos en el bosque hasta que el lobo esté…)
Y así no termina la innumerable lista de juegos populares y la cantidad generaciones que han vivido la emoción de disiparse con estos juegos; por todo esto que hemos mencionado, queda en nosotros que esta parte de la memoria colectiva de nuestra sociedad permanezca vigente durante mucho más tiempo. (WA)

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